Cada vez es más frecuente en diversos países la obligación de pagar propinas en restaurantes, bares y servicios de taxi. En algunos lugares como Francia, Italia o los Países Bajos, la propina puede estar incluida en la cuenta. No es el caso de España, donde la cuantía es decidida por los clientes. En Reino Unido, también es frecuente encontrar la propina incluida en las facturas bajo el epígrafe “Servicio Incluido”.
Normalmente esta propina es gestionada por el empresario que suele aplicarla al pago de los salarios. Pero ahora, una nueva ley del Partido Laborista, regula las propinas en peluquerías, hoteles, cafeterías, taxis, pubs y restaurantes. Según esta nueva ley, los empleadores ya no podrán hacer uso de este dinero, ya sea en efectivo o con tarjeta, pues el 100 % de la cantidad y cualquier cargo por servicios cobrado a los clientes deberá ir exclusivamente a los empleados y no podrá considerarse parte de su salario.
Con la nueva ley, que entró en vigor esta semana, unos 2 millones de trabajadores de la hostelería en Reino Unido podrían aumentar sus ingresos al recibir alrededor de 200 millones de libras.
Sin embargo, la falta de concreción de esta norma podría tener efectos negativos en los consumidores. La nueva ley implica, para muchos empresarios, un aumento de sus costes laborales que podrían intentar compensar subiendo los precios, o bien reducido salario de los trabajadores que podrían terminar cobrando lo mismo que antes.
Al gobierno parece importarle poco que la medida pueda no surtir los efectos deseados, porque ellos ya tienen su titular apareciendo como los grandes salvadores del trabajador con este tipo de medidas intervencionistas que todos acabamos pagando.
De momento, si viaja usted al Reino Unido y acude a un restaurante con servicio de mesa, lo más probable la cuenta venga con un 10 o un 15% del total,en concepto de “servicio” que usted tendrá que pagar porque el restaurante lo considera parte del precio del consumo. En cambio, si acude a la barra, la propina no vendrá en la cuenta y será opcional. Y a partir de ahí, usted seguirá con las mismas dudas que antes sobre si la propina llegará finalmente al trabajador.
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