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Foto del escritorJose Luis Hernandez de Arce

Reino Unido pone en marcha un proyecto para prohibir el tabaco definitivamente




El primer ministro británico, el conservador Rishi Sunak se ha marcado el gran reto de crear la primera generación libre de humo. ¿Cómo conseguirlo? Según su proyecto, cualquier persona nacida después del 1 de enero de 2009 tendrá prohibido comprar tabaco de por vida. Es decir, los menores que hoy tienen 15 años nunca podrán comprar tabaco.


La medida entrará en vigor en 2027, es decir, cuando esos jóvenes que ahora tienen 15 años cumplan 18. La edad legal para comprar tabaco se aumentará un año cada doce meses, por lo que, a efectos prácticos, todas las generaciones siguientes no podrán comprar tabaco.


Este es el objetivo que busca el proyecto de ley de Tabaco que se tramita en Westminster y que ha tenido esta semana su primer debate y votación en la Cámara de los Comunes, con 383 votos a favor y 67 en contra, lo que parece garantizar su viabilidad incluso si hay un cambio de gobierno en las próximas elecciones.


La prohibición no se extenderá a los productos de vapeo, pero sí restringirá los sabores disponibles y regulará el empaquetado para que sea menos atractivo para los niños. El número de menores que vapea se ha triplicado desde 2021 en el Reino Unido.


El Gobierno afirma que el tabaco es el responsable de una pérdida anual de productividad de 17 mil millones de libras (unos 20 mil millones de euros), debido a la pérdida de ingresos relacionada, entre otros, con el desempleo y las muertes prematuras, así como por unos gastos para el Sistema Nacional de Salud de 5 mil millones de euros.

Pero toda prohibición conlleva costes. Según las cifras oficiales, el sistema de prohibición supondrá un coste neto para el Tesoro de alrededor de 9 mil millones de euros por año, por lo que la cuenta de la prohibición sale rentable en 12 millones de euros.


Nueva Zelanda tenía planes similares para conseguir su 'generación sin humos', pero recientemente los abandonó debido a presiones políticas. En Londres, el primer ministro también se está encontrando con oposición. Y no precisamente por parte de los laboristas, sino dentro de sus propias filas.

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