Puede que Nicola Sturgeon, sin querer pusiera en marcha el caos que ahora reina en el Partido Nacional Escocés. Su renuncia el 15 de febrero cogió a todos desprevenidos y desencadenó una feroz contienda entre tres candidatos. El nuevo líder, que será anunciado hoy, heredará un partido desmoralizado y una causa independentista cuyos apoyos parecen decaer. Según quién finalmente sea elegido, algunos incluso advierten de una posible escisión en el partido.
Una de las debilidades parece provenir del modelo de gestión altamente centralizado de Sturgeon. El partido no celebraba esta centralización, pero la toleró ante el éxito electoral. Este aparente orden parecía una clara ventaja frente al caos de los contrincantes.
Pero la centralización tuvo sus efectos negativos, pues impidió el surgimiento de sucesores experimentados y dejó al partido con una débil capacidad institucional. También puede haber llevado a una mala gestión que le costó el puesto al Sr. Murrell, marido de Strugeon y administrador del partido. El jefe de medios de también dimitió. Y La policía está investigando los fondos del partido.
La independencia, que fue el propósito fundacional del Partido Nacional Escocés, es otra fuente de fragilidad. La Sra. Sturgeon dimitió en parte porque se había quedado sin opciones para realizar un nuevo referéndum. Y su política no parece haber servido para que los propios escoceses se inclinen decisivamente hacia la separación.
El cuidadoso control que ejercía Sturgeon sobre la estrategia independentista ha sido reemplazado por discursos más radicales por parte de los candidatos a sucederla. Ash Regan ha afirmado que Escocia podría separarse sin un referéndum; y ha producido prototipos de una nueva moneda. Humza Yousaf, el más moderado, ha descrito implícitamente a Westminster como un "gobierno extranjero". Mientras que Kate Forbes prometió un referéndum dentro de los tres meses posteriores a la victoria del partido en las elecciones generales.
Sin un camino claro hacia la independencia, el Partido Nacional Escocés ha descubierto que está de acuerdo en poco más. Internamente hay puntos de vista muy diferentes sobre los incentivos fiscales, el tamaño del estado y las políticas sociales que afectan a la familia, el aborto o el género.
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