El Reino Unido y la UE se encuentran en un auténtico rumbo de colisión, que podría resultar en una guerra comercial. Aunque el Brexit el pasado enero, el final del período de transición, las relaciones entre la UE y el Reino Unido siguen envenenadas por los acuerdos comerciales posteriores al Brexit en relación con Irlanda del Norte, el mismo tema que dominó las negociaciones en los años previos a la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
El Protocolo de Irlanda del Norte está formado por serie de acuerdos comerciales acordados específicamente para la Irlanda del Norte, territorio administrado por el Reino Unido. El gobierno del Reino Unido quiere que este protocolo se reescriba sustancialmente mientras que la UE insiste en que los principales términos del protocolo deben mantenerse.
Las cosas llegaron a un punto crítico esta pasada semana. El martes, el ministro del Brexit del Reino Unido, David Frost, pronunció un discurso en Lisboa donde redobló las amenazas anteriores del Reino Unido de alejarse del protocolo, si la UE no acepta cambios radicales, incluida la destitución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea como árbitro legal. Frost dijo que el protocolo era la mayor fuente de desconfianza entre ambos gobiernos, e instó a la UE a no cometer lo que calificó como un “error histórico grave”.
Su discurso se produjo antes de que, el miércoles, la Comisión Europea publicara sus propias propuestas sobre cómo enmendar el protocolo.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, ha viajado en varias ocasiones a Irlanda del Norte en 2021 con el fin de acordar mejoras en el protocolo desde la perspectiva de los empresarios de Irlanda del Norte. Se espera que sus propuestas alivien significativamente las reglas entorno al movimiento de medicamentos y productos agroalimentarios de Gran Bretaña a Irlanda del Norte.
No obstante, la UE no parece dispuesta a aceptar la demanda del Reino Unido de eliminar la jurisdicción del Tribunal de Justicia de la Unión Europea del protocolo, que se planteó por primera vez el pasado mes de julio. Por lo tanto, el discurso de Frost plantea serias dudas sobre la capacidad de las dos partes para respetar el protocolo y, como resultado, su acuerdo posterior al Brexit, conocido como Acuerdo de Comercio y Cooperación UE-Reino Unido (TCA).
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