El canciller de Hacienda del Reino Unido, Jeremy Hunt, ha anunciado este miércoles ante el Parlamento una batería de medidas que incluye rebajas fiscales y otros estímulos, así como un recorte de las previsiones de crecimiento en 2023 hasta el 0,6%, que aumentaría progresivamente hasta el 2% en 2027.
Hunt ha presumido de aplicar el mayor recorte de impuestos a las empresas de la historia moderna, y también la mayor rebaja jamás realizada a los trabajadores.
Calcula que el impacto general de las medidas de crecimiento supondrá aumentar la inversión empresarial en la economía británica en aproximadamente 20.000 millones de libras anuales (unos 23.000 millones de euros). Se trataría, según afirmó, del mayor impulso jamás visto para la inversión empresarial en los tiempos modernos, un paso decisivo para cerrar la brecha de productividad con otras grandes economías y la forma más efectiva de aumentar los salarios y el nivel de vida de las familias británicas.
En este sentido, el canciller británico ha anunciado la simplificación del sistema tributario aplicado a los autónomos, así como una rebaja de las cotizaciones sociales para 27 millones de trabajadores del sector público y privado, que se traducirá en un ahorro medio de 450 libras al mes en sus economías personales.
Pero además se aumenta el salario mínimo nacional un 9,8% hasta 11,44 libras por hora.
Al contrario que muchos países europeos entre los que se encuentra España, el Reino Unido no apuesta por un gasto elevado y unos impuestos también elevados, sobre la base de que eso conduce a menos crecimiento. “En lugar de eso, reducimos la deuda, recortamos los impuestos y recompensamos el trabajo”, ha asegurado Hunt.
La otra gran apuesta del gobierno británico para impulsar la economía es la Inteligencia Artificial, a través de su desarrollo en universidades y centros de investigación. En esta línea, se ha comprometido una inversión de 500 millones de libras adicionales (unos 570 millones de euros) en los dos próximos años para financiar más centros de innovación que ayuden al país a convertirse en una potencia de este campo.
Otros 50 millones se aplicarán a la promoción de los estudios de ingeniería y de otros sectores clave.
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