El Brexit puede ser considerado por muchos un error, pero esos mismos miran ahora con envidia desde Europa cómo el gobierno británico puede tomar sus propias decisiones, libre de las ataduras de la Unión Europea,.
A pesar de haber renunciado al planteamiento inicial de rebajar todos los tramos del impuesto sobre la renta, el secretario del tesoro Kwasi Kwarteng ha mantenido, en esencia, su plan de rebaja de impuestos que a corto plazo será financiado con deuda pública. Y aquí es donde entra en juego, de nuevo, la no dependencia de la Union Europea, pues el Banco de Inglaterra ya ha anunciado que comprará dicha deuda.
El plan contempla que en el medio plazo ya no será necesario recurrir a la deuda porque se espera que la rebaja de impuestos dinamice la economía y aumente la recaudación.
Y aquí es donde se cierra el círculo, y la imagen que ofrece Gran Bretaña vuelve a ser la de una economía con un enorme potencial. Así, a finales de la semana pasada, la libra ya había recuperado prácticamente todo el valor perdido durante los días previos.
Aunque la oposición ha intentado centrar sus críticas en que la rebaja de impuestos inicialmente incluía a los tramos superiores de renta, Kwarteng sostiene que su paquete de medidas tiene mucho más alcance y resta importancia a la rectificación de ese único punto.
El día 3 de noviembre está previsto que Kwarteng anuncie un plan fiscal completo para los próximos meses. Este plan tendrá en cuenta ya las nuevas medidas que se prevé adoptar en materia energética, como la autorización de extracción de gas mediante fracking y el aumento de los sondeos de petróleo en el mar del norte.
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