La economía del Reino Unido, la segunda mayor del Viejo Continente, no experimentó crecimiento alguno entre julio y septiembre respecto de los tres meses anteriores, como consecuencia principalmente de la contracción de la actividad en los servicios, según ha informado la Oficina Nacional de Estadística.
El producto interior bruto (PIB) británico se estancó en el tercer trimestre, después de la expansión del 0,2% de los tres meses anteriores, un dato mejor que en la zona euro, donde el PIB se contrajo un 0,1%, pero lejos de la expansión del 1,2% de Estados Unidos.
La noticia no llega en un buen momento para el ejecutivo de Rishi Sunak, con una nueva polémica que afecta a Suella Braverman, la ministra de interior que, en un artículo publicado en The Times, ha acusado abiertamente a la Policía Metropolitana de "favorecer" a los manifestantes pro-palestina en comparación al trato dispensado a los manifestantes pro-judíos o de derechas.
Por supuesto la izquierda de lo políticamente correcto se ha lanzado ferozmente contra Braverman y, como es habitual, el gobierno, en vez de defender la libertad de expresión y de criterio de su ministra, ha abierto una investigación sobre este texto, aunque formalmente prefiere denominarlo como un "proceso interno" para dejar claro que no se trata de pesquisas formales para examinar si Braverman incurrió en algún tipo de violación del código de conducta que se le presupone a un miembro del Gobierno.
Aunque el ministro de economía Jeremy Hunt se ha distanciado sutilmente de las palabras de Braverman, ésta cuenta con el apoyo de la mayoría de los parlamentarios conservadores por ser una de las ministras que habla más claro sobre las contradicciones de la izquierda en lo relativo a la inmigración y la igualdad. Veremos si no acaba siendo una víctima más de la ola woke.
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