La economía británica se contrajo inesperadamente en el período previo a la presentación de los presupuestos generales de este otoño, ya que los hogares y las empresas retrasaron el gasto por la incertidumbre sobre los planes económicos del Partido Laborista.
Las cifras oficiales mostraron que la producción económica mensual se contrajo un 0,1 por ciento en octubre, por debajo del crecimiento del 0,1 por ciento previsto por los economistas. Es la segunda caída consecutiva de la producción después de una caída similar en septiembre.
La economía también se estancó en sector servicios y ha disminuido significativamente la actividad en la construcción y la producción.
Según la Oficina Nacional de Estadística, sectores como la producción, los mayoristas, los minoristas, los programadores informáticos, los servicios profesionales o las agencias de empleo han aumentado su pesimismo y contraído sus decisiones de expansión debido a la imagen negativa del país que presentó el gobierno laborista para defender sus subidas de impuestos.
El sector inmobiliario parece no resentirse, pero su supuesta buena salud puede deberse a la subida de sostenida precios que realmente enmascara una crisis de oferta de vivienda.
Recordemos que el primer presupuesto laborista ha aumentado la carga fiscal de los británicos por un valor total de 40.000 millones de libras, ha cambiado las reglas de endeudamiento del gobierno y ha aumentado gasto estatal.
Y aunque el gobierno laborista insiste en que los efectos positivos de su presupuesto están por llegar, la oposición ve improbable que las medidas adoptadas estimulen la economía. Lo que ya resulta evidente, es que la mayoría de las empresas no mira al futuro inmediato con optimismo.
Por último, aprovecho para hablarles de la Navidad y animarles a que recuerden lo que realmente se celebra estos días. En inglés, la palabra Chrismas procede de la expresión “Misa por Cristo”. Me despido de ustedes hasta el año que viene deseándoles una Feliz Navidad y lo mejor para el Año Nuevo.
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