La economía del Reino Unido, la segunda mayor del Viejo Continente, se estancó durante el último trimestre de 2022, logrando así evitar, por un mínimo margen, la entrada en recesión técnica. La contracción del producto interior bruto fue del 0,2% en el tercer trimestre del año pasado, según ha informado la Oficina Nacional de Estadística.
A pesar de esquivar la recesión, la economía británica sufrió una contracción del 0,5% en diciembre, después de crecer un 0,5% y un 0,1% en octubre y noviembre.
En el conjunto de 2022, el PIB creció un 4%, frente a la expansión del 7,6% de 2021 ayudada por el efecto post-pandemia.
El responsable Economía del Gobierno, Jeremy Hunt, ha destacado que el Reino Unido fue la economía del G7 con mayor crecimiento en 2022, lo que además de evitar una recesión, muestra que es más resistente de lo que muchos temían.
Sin embargo, Hunt afirma que todavía no está fuera de peligro, particularmente en lo que respecta a la inflación. Además, muchos temen que a casi un año de las elecciones, estas cifras sirvan como excusa para no acometer las reformas que tanto necesita gran Bretaña, especialmente en los servicios públicos y las pensiones.
Todo indica que ésta será una patata caliente que recibirá el gobierno que resulte de las próximas elecciones.
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