El gobierno británico apuesta por la energía nuclear

El Gobierno británico dará luz verde a la construcción, por primera vez desde 1995, de reactores nucleares pequeños y seguros en Inglaterra y Gales, como parte de su objetivo de impulsar el crecimiento económico y contar con energía asequible. El Ejecutivo laborista ha indicado en una nota que se aprobarán todas las reformas que sean necesarias para desmantelar toda la regulación que hasta ahora dificulta la construcción de estos reactores, que se conocen como reactores modulares.

Al mismo tiempo, según el gobierno de Keir Starmer, estos pequeños reactores nucleares permitirán la creación de empleos altamente cualificados, y proporcionarán energía limpia, segura y más asequible.

El Reino Unido fue el primer país del mundo en desarrollar un reactor nuclear, pero la última vez que se construyó una central aquí fue en 1995, lo que ha dejado al país rezagado en la carrera mundial por aprovechar esta energía limpia y asequible.

Esta industria se ha visto "asfixiada" por las regulaciones y esto ha provocado un colapso de la inversión, dejando solo una planta de energía nuclear en activo en todo el país, que está previsto que esté operativa hasta finales de 2031, aunque en principio su cierre estaba programado para este año.

Se trata de un giro radical en la izquierda británica que tradicionalmente se había opuesto a la energía nuclear, pero que ha acabado convenciéndose de que es una energía segura y con cero emisiones de gases de efecto invernadero. Los conservadores, que ya habían anunciado un plan similar durante su último mandato, no terminaron de implantar las medidas legislativas imprescindibles para el impulso de estas centrales. Ahora, veremos si el anuncio del gobierno laborista también se queda sólo en palabras o se hace algo.

Mientras China está construyendo 29 reactores nucleares y la Unión Europea tiene 12 reactores en fase de planificación, España no sólo no tiene previsto construir ninguno, sino que mantiene los planes de cerrar las pocas centrales nucleares que nos quedan en activo. Y es que mientras la mayoría de los países avanzados ha dado por amortizada la falacia de que la energía nuclear es peligrosa y contaminante, en España, desafortunadamente, nos vamos quedando atrás gracias la agenda ideológica del gobierno que, si nada cambia, agravará nuestra dependencia energética y encarecerá el coste de la vida para los españoles.