La primera ministra británica, Liz Truss ha ordenado la revisión de la política de "emisiones cero" para el 2050 que en su día estableción Boris Johnson y ha encomendado al diputado Chris Skidmore que presente a finales de año un informe para determinar si los objetivos de ese plan interfieren con sus planes de crecimiento económico.
El levantamiento de la moratoria del 'fracking' impuesta en el 2019, ante los temblores de tierra registrados en Lancashire en la primera explotación en el Reino Unido ha sido otra de las primeras decisiones tomadas por Truss. La primera ministra ha puesto al frente del
Departamento de Empresas y Energía a Jacob Rees-Mogg, conocido por sus posiciones contra el "alarmismo climático".
Truss, que trabajó entre 1996 y el 2000 en la petrolera Shell, inició precisamente su ascenso en la política como secretaria de Medio Ambiente con David Cameron en el 2014. Durante la campaña de este verano para acceder liderazgo conservador, el medio ambiente pasó a segundo plano frente a la crisis energética.
En esta línea Liz Truss ha pedido expresamente a Carlos III que no asista a la cumbre COP27 en Egipto, donde tenía intención de dar un discurso sobre el cambio climático, al igual que hizo en la COP26 de Glasgow y la COP21 de París, cuando era Príncipe de Gales.
El rey ha accedido a la petición -formulada por Truss en su primer encuentro en el palacio de Buckingham. Truss probablemente no viajará tampoco a la COP27.
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