Ya es primavera para para Hacienda en el Reino Unido.
Rishi Sunak, el canciller de Hacienda del Gobierno de Boris Johnson, realizó esta semana la llamada Declaración de Primera, que incluye una serie de medidas fiscales para aliviar la presión sobre los contribuyentes británicos. Éstos, al igual que en resto de Europa, han visto disminuido su poder adquisitivo en el último año. La inflación en las islas británicas a febrero ha sido del 6,2% y se espera que durante este año llegue al 7,4 con su máximo en el 8,7%.
Entre las medidas que incluye la declaración de Sunak destacan un recorte de impuestos sobre la renta de las personas por importe de 6.000 millones de libras, que afectará a 30 millones de británicos. También se incluye la elevación del mínimo exento de pago en las cuotas seguridad social para las pequeñas empresas y negocios. Además, se bajará el tipo mínimo del IRPF del 20 al 19%.
Por otro lado, el Fondo de Apoyo a Hogares Vulnerables será dotado con 1000 millones de libras a gestionar por los gobiernos locales.
La canciller en la sombra del Partido Laborista, Rachel Reeves, dijo que Sunak no ha logrado apreciar la magnitud de la crisis del costo de la vida a la que se enfrentan los trabajadores y pensionistas, aunque no aportó medidas concretas en su réplica.
Con todo, está previsto que la economía británica crezca en 2022 un 3,8%, un efecto rebote post-pandemia que se ha visto amortiguado por los efectos de la guerra en Ucrania. Para 2023 y 2024, se espera que el crecimiento vuelva a sus ritmos habituales entorno al 2%.
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