Sir Keir Starmer está dispuesto a trabajar con los dirigentes políticos franceses de cualquier tono tras las elecciones legislativas francesas.

Ninguna facción política obtuvo los 289 escaños necesarios para obtener una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional de Francia, tras los resultados de una encuesta anticipada convocada por el presidente Emmanuel Macron.

La cámara baja de la legislatura francesa, la más poderosa de las dos, está ahora dividida entre la izquierda, el centro y la extrema derecha, lo que probablemente resulte en un parlamento sin mayoría.

La coalición de izquierda, el Nuevo Frente Popular, quedó en primer lugar con más de 180 escaños, por delante de la alianza centrista de Macron con más de 160 escaños.

El partido de extrema derecha Agrupación Nacional de Marine Le Pen quedó tercero con más de 140 escaños.

A Macron le quedan tres años de mandato presidencial y es posible que tenga que “cohabitar” con un grupo político gobernante diferente al suyo en el parlamento.

Ha rechazado la dimisión del primer ministro Gabriel Attal, miembro de su propio grupo político de centro, y le ha pedido que permanezca temporalmente como jefe de gobierno.

Cuando se le preguntó sobre la posición de Sir Keir sobre el resultado de las elecciones, su portavoz oficial dijo: “Francia es obviamente uno de los socios más cercanos del Reino Unido; como miembros de la OTAN y del G7, tenemos muchos intereses compartidos.

"El Primer Ministro ha dicho anteriormente que trabajará con cualquier gobierno de Europa y del mundo".